Mi Historia

Lo que te cuento a continuación no es “solo” biografía, sino un viaje vital + profesional inseparables:

Cada vivencia personal ha sido un movimiento en mi negocio, y cada paso de mi negocio me ha mostrado un trabajo interno que necesitaba atender. Y eso es algo que sigue a día de hoy.


Mi camino con Savia de Oro no puede separarse de mi camino de vida, porque a medida que yo evoluciono por dentro, mi proyecto se transforma conmigo. Y a la vez, los desafíos de mi emprendimiento me abren puertas para madurar, crecer, evolucionar y descubrir nuevas facetas de mí misma.

Por eso mi historia es tanto la de una mujer en búsqueda de su verdad como la de una creadora que va dando forma a un negocio con alma. Ambas tramas se tejen juntas, como los hilos de mis telas, hasta llegar a lo que hoy es Savia de Oro.

Mi Historia

Soy Ivana Sol Viña Oro y soy la creadora de este maravilloso mundo.

Después de terminar mi relación con quien siempre he sentido que es el amor de mi vida, se abrió un abismo dentro de mí. Un silencio incómodo. Me sentía completamente perdida. Esa fue mi primera gran noche oscura del alma. Ya no sabía qué hacer con mi vida. Pero esa ruptura fue también una puerta. Tras un largo duelo, algo dentro de mí decidió buscar. Cambié de trabajo, de ambientes, dejé la estabilidad de la posibilidad de un contrato fijo y aposté por emprender, aún sin saber bien cómo.

Meses después de mi primer emprendimiento, Intuí que para crear algo con alma necesitaba formación. Así que trabajé mucho y ahorré lo suficiente como para estar dos años sin trabajar para estudiar. Comenzó entonces una nueva etapa, acompañada de una segunda relación de pareja. Estudié diseño de moda, y allí ocurrió el primer gran hallazgo: descubrí la tinción natural. También dejé de tomar anticonceptivos después de 14 años y comencé a reconectar con mi ciclo menstrual y mi cuerpo.

Nació Savia de Oro, y con ella, una nueva versión de mí. Empecé a crear colecciones de lencería teñida con plantas, y a enseñar a otras mujeres sobre esta alquimia del color. Invertí todo lo que tenía, creí en mi visión y llevé mi marca a París, Nueva York, Los Ángeles, Barcelona, Madrid, Lisboa, Palma de Mallorca. A museos, ferias, pasarelas. Fue hermoso… y agotador. Por fuera parecía éxito, pero por dentro me sentía desbordada. Tanto esfuerzo, y los resultados no llegaban como imaginaba.

Entonces empecé yoga. Y gracias a mi primera profesora descubrí algo que lo cambió todo: me encontré cara a cara con mi ego. Me di cuenta desde dónde estaba creando, y por qué no estaba fluyendo la abundancia que buscaba. Comprendí que algo más profundo quería emerger. Y cuando lo permití, nació mi primera línea de yoga con algodón, ética y belleza, y funcionó. Por fin empecé a vender con ligereza. Pero la vida me tenía preparada otra gran sacudida.


Justo cuando parecía que todo empezaba a funcionar, llegó otra ruptura, para nada tan profunda, pero trajo consigo cambios enormes en mi vida y estabilidad. Mi segunda gran noche oscura del alma. Fue como si el alma me dijera: “No es por ahí, aún no”.

Me mudé a un nuevo estudio en Triana, un lugar luminoso que me abrazó. Detuve el ritmo frenético del negocio y empecé a buscar silencio. Empecé a meditar. La numerología apareció en mi vida como una brújula secreta. Poco después, viví un embarazo sorpresa… que terminó en aborto espontáneo. Sentí una mezcla de dolor, confusión y a la vez… un tipo de certeza nueva. Algo estaba cambiando.

Persiguiendo el sueño de mi vida, me mudé al campo, a una finca maravillosa. El contacto con la naturaleza me devolvió a mí misma. Volví a Savia de Oro desde otro lugar. Y cuando llegó el COVID, regresé (aunque no quería) al lugar donde me crié. Irónicamente, fue ahí donde más vendí. La vida me estaba enseñando a rendirme, una y otra vez.



Me volví a quedar embarazada. Por primera vez, corté el vínculo con mi padre. La maternidad lo cambió todo. Pausé Savia de Oro y una nueva consciencia me habitó. Tiempo después, me separé del padre de mi hijo. Lentamente, volví a hablar con mi padre. Volví también a casa de mi madre, el lugar que siempre quise evitar. Allí, comencé terapia transpersonal. Empecé a trabajar  mi vínculo con mamá, con papá… y conmigo.

Me sumergí en la astrología y descubrí mi carta natal. Eliminé los productos tóxicos de mi vida. La cosmética, la limpieza… y también relaciones, pensamientos, exigencias. Aprendí a abrir mis registros akáshicos, a leer el alma, a sentir la verdad más allá de lo que nos enseñaron. Entendí que no vivimos lo que creemos, sino lo que nuestra energía sostiene.

Descubrí que soy llama gemela de mi primer amor, y sentí que todo cobraba sentido. Contacté con varias vidas pasadas, las integré. Aún sigo haciéndolo. Me reconcilié con el misterio, y también con mi historia. El alma me susurró que el propósito no era un punto de llegada, sino un camino de regreso. Volví, lentamente, a Savia de Oro. No como antes, sino con una nueva raíz.




Volví a Savia de Oro muy poco a poco. No quería repetir la misma historia. Esta vez, lo hice desde mi centro. Reformé mi estudio, lo llené de mi energía, lo convertí en un templo creativo. Volví a experimentar, a jugar con nuevas técnicas, a dejar que mi alma guiara el proceso.

Cuando sentí que estaba lista, replanteé todo: simplifiqué mi proyecto de diseño de moda, y adapté mis servicios de formación a mi nueva realidad como madre. Ya no quería enseñar desde la exigencia, sino desde el gozo, desde el alma.

Descubrí el reiki chamánico, una medicina ancestral que me está enseñando a trabajar con la energía, con la Tierra, con mis manos. Inicié un proceso suave de depuración natural, porque aún estoy en lactancia, y siento que mi cuerpo merece respeto y atención. Después de cuatro años, volví a hacer yoga cuando una nueva profesora que también es mágica.

También hice una gran inversión en mentorías de negocio. Y fue como abrir otra dimensión: me di cuenta de que los ingresos recurrentes no eran un sueño lejano, sino una posibilidad real. Comprendí que para sostener mi expansión necesitaba cuidar mi cuerpo, mi energía, mi alimentación… y cambié, sin resistencia. Todo mi sistema interno empezó a alinearse.





Y entonces, algo profundo se reveló: tal vez (solo tal vez) encontré mi propósito. Aquello que llevo toda la vida buscando. No se trata de una etiqueta, ni de una idea perfecta. Es una certeza que habita el corazón, una calma interna. La certeza de que vine a recordar y a guiar a otras a recordar también.

Estoy creando el negocio de mi vida. Uno que respeta mis ciclos, mi maternidad, mi energía, mi alma. Descubrí el marketing en femenino, una forma nueva, auténtica y respetuosa de compartir mi mensaje con el mundo.

No tengo todas las respuestas, pero tengo una brújula clara: crear con alma, desde el alma y para el alma. Siento que cada paso me ha preparado para este momento. Y por primera vez, no quiero correr hacia ningún destino. Quiero vivir este presente con confianza, porque sé que todo lo vivido tenía un propósito.

Ahora lo entiendo: la vida no me estaba rompiendo, me estaba enseñando, moldeando. Me preparaba para esto.






Hoy miro hacia atrás y comprendo que cada paso, cada caída y cada renacer fueron necesarios. Savia de Oro es el reflejo de ese viaje: un espacio vivo donde mi arte, mi experiencia y mi alma se unen para inspirar a otras creadoras.

Ya no busco un negocio perfecto, sino un negocio verdadero. Uno que respeta mis ritmos, mi maternidad, mi energía y mi propósito. Y desde esa raíz, acompaño a otras artistas a recordar también su poder, a crear con alma y a sostenerse con belleza y coherencia.

Porque sé que cuando una artista se sostiene en lo interno y en lo externo, su arte florece y se convierte en medicina para el mundo.

Get In Touch

Horario

Lunes – Viernes 10:00 – 14:00

Sábado y Domingo – CERRADO

Contacto

Programa tu cita

Visita mi Estudio, donde los colores de las plantas, las piezas de arte textil y los saberes compartidos se entrelazan en armonía.

Calle Malteses 16. 35002

Las Palmas de Gran Canaria.

Islas Canarias, España

Donde tu arte y tu alma construyen un nuevo mundo

Copyright Savia de Oro 2025. All rights reserved